Puedes ofrecer maíz a tu bebé tan pronto como empieces con la alimentación complementaria ya que no contiene gluten. La textura suave y el dulce sabor del maíz convierten esta papilla de una de las favoritas de los bebés, además de ser súper nutritiva ya que contiene vitamina B, hierro, potasio, sodio, calcio y magnesio.
Aprende a hacer esta papilla paso a paso de forma casera, fácil y rápida.
Cómo hacer la crema de maizena para bebés
- En un cazo pon a hervir media taza de agua.
- En un cuenco aparte pon dos cucharadas soperas de harina de maíz fina o maicena. Añade la leche materna o de fórmula fría y revuelve muy bien hasta tener una mezcla sin grumos.
- Una vez que el agua esté a punto de hervir ponla a fuego bajo y añade poco a poco la harina de maíz disuelta en leche sin dejar de remover para que no se formen grumos. La consistencia de la preparación se irá haciendo poco a poco más espesa. Lo ideal es que tenga consistencia de crema, si queda muy espesa tu bebé no la querrá y si es muy líquida será difícil dársela.
- Remueve durante unos 10 minutos y ya estará hecha. Retira del fuego, espera a que se enfríe y ya puedes dársela a tu bebé.
Trucos y consejos para la papilla de maíz
- Puedes hacer tu propia harina de maíz con un molinillo de café (asegúrate de que esté perfectamente limpio), moliendo los granos hasta que quede el cereal en polvo. La ventaja de hacerlo tú misma es que puedes ir probando con distintas variedades de maíz: palomero, cacahuazintle, jala, nal tel o el que se cultive en tu región.
- A partir del primer año de edad puedes usar leche de vaca en lugar de la materna, o incluso leches vegetales de avena, almendras, etc.
- En lugar de harina de maíz fina o maicena también se puede usar polenta.
- Puedes espolvorearla con un poco de canela ¡Deliciosa!
- Para resolver otras dudas consulta las preguntas frecuentes sobre papillas de cereales caseras