Es sorprendente cómo juntando unos pocos ingredientes básicos podemos crear platos sanos y deliciosos para nuestro bebé. Estas tortitas están tan ricas que yo misma no puedo dejar de comer unas cuantas cada vez que las cocino.
Cómo hacer tortitas de patata y calabacín
- Lava y pela la patata. Lava el calabacín.
- Con un rallador de verduras (tienen los agujeros más grandes), ralla la patata y el calabacín en un cuenco grande. Remueve bien.
- Pica el ajo muy finito o usa un triturador de ajo y añádelo al cuenco. Echa también las 2 cucharadas de harina. Remueve bien.
- Ahora ralla el queso y añádelo al resto de ingredientes. Remueve todo hasta que esté bien mezclado.
- Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva y, con una cuchara, echa porciones de la mezcla a la sartén, aplastando con el dorso de la cuchara para hacer una forma de tortita.
- Cocina hasta que esté dorada (de 2 a 5 minutos dependiendo del fuego) y dale la vuelta. Aplasta de nuevo con el dorso de la cuchara. Puedes cocinar tantas a la vez como te permita tu sartén (tres o cuatro).
- Cuando estén doradas por cada lado sácalas a un plato. Deja que se enfríen antes de servirlas a tu bebé, enteras o cortadas en tiras.
Trucos y consejos
- Estas tortas puede guardarse en la nevera o congelarse. Asegúrate de que están totalmente descongeladas antes de recalentarlas en la sartén o microondas.
- Puedes servirlas enteras o cortadas en tiras, dependiendo de la edad de tu bebé.
- Son perfectas para meterlas en la fiambrera como tentempié para llevar y también un buen acompañamiento para un plato principal de pescado o carne.
- Prueba con diferentes tipos de quesos para darle otros sabores, pero cuidado no uses quesos muy salados.