Las patatas suelen ser uno de los alimentos preferidos de los peques… y de los mayores también, la verdad. Son versátiles, fáciles de preparar, tienen un sabor riquísimo y aportan mucha energía. Si te preocupa la cantidad de aceite de las patatas fritas pero no quieres renunciar al sabor te recomendamos estas patatas horneadas que tus hijos devorarán en segundos.
Cómo hacer papas asadas para guarnición
- Precalienta el horno a 200º C.
- Lava las patatas para quitar restos de tierra. La piel tiene que quedar muy limpia porque se hornean sin pelar.
- Forra una bandeja de horno con papel de hornear. Corta las patatas en dados y extiéndelas en la bandeja.
- Riégalas con un chorro de aceite y espolvorea por encima un poco de tomillo y ajo en polvo. Remuévelas bien para que las patatas queden impregnadas del aceite y especias.
- Hornea durante 15 o 20 minutos y cuando veas que empiezan a dorarse, las sacas del horno y les das una vuelta para que se hagan bien por los dos lados.
- Vuelve a hornear otros 15 minutos o hasta que estén crujientes por fuera y tiernas por dentro.
- Una vez listas sácalas del horno y ya están listas para servir ¡Deliciosas!
Trucos y consejos
- La piel de la patata aporta sabor, fibra y vitamina C pero si a tus hijos no les gusta las puedes pelar.
- En vez de tomillo puedes usar orégano, romero, hiervas provenzales, etc.
- En la bandeja del horno intenta no apilar las patatas, que no estén unas sobre otras, para que se cocinen todas de igual manera.
- Con estas patatas puedes acompañar platos de carne, pescado, unos huevos… o también añadir alguna salsa casera y servirlas tal cual.