Si escoges la lactancia exclusiva la leche materna será el único alimento que tomará tu bebé desde su nacimiento hasta los 6 meses. En ese momento se inicia la alimentación complementaria y muchas mamás escogen empezar con las papillas de cereales.
Los cereales son ricos en fibra, vitaminas y minerales, y tienen la textura perfecta para que el bebé se vaya acostumbrando poco a poco a esta nueva comida más sólida. Pero muchas mamás y papás tienen la duda de si es posible añadir leche materna a la hora de preparar las papillas para que el bebé no se pierda todos los beneficios que tiene este alimento. La Asociación Española de Pediatría confirma que sí se puede usar.
- Las papillas se pueden hacer con leche materna
- La importancia de la leche materna
- ¿Cómo empezar con las papillas?
Las papillas se pueden hacer con leche materna
Las papillas de cereales se pueden hacer con agua, caldo, leche materna o de fórmula. Todas estas opciones son buenas pero si usas leche materna tu bebé seguirá beneficiándose de todos sus nutrientes.
¿Temes que al calentar la leche materna para preparar las papillas se estropee completamente? Tranquila, es cierto que cuando la leche materna se calienta demasiado pierde muchas células inmunológicas (defensas), pero en ningún momento se modifican los nutrientes y sigue siendo el mejor alimento posible.
Además recuerda que, aunque empieces la alimentación complementaria, la leche materna o de fórmula seguirá siendo el principal alimento de tu bebé hasta que cumpla un año. La alimentación con sólidos es un periodo de transición en el que, poco a poco, tu bebé va probando y acostumbrándose a distintos tipos de alimentos, hasta que finalmente llegue el destete.
La importancia de la leche materna
Para los bebés, la leche materna no sólo es alimento, también es como un escudo protector que refuerza su sistema inmune y le provee todas las vitaminas que necesita a lo largo de su desarrollo.
Según la Asociación Española de Pediatría “protege frente a las infecciones respiratorias, otitis, infecciones gastrointestinales e incluso urinarias”. Incluso previene los problemas de salud bucodental como las caries. También potencia el desarrollo intelectual y “parece tener cierta protección frente a linfomas y algunos otros tipos de cáncer”.
Además los expertos aseguran que dar el pecho ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer como el de mama y el de ovario; también contribuye contra la osteoporosis, la anemia y a retrasar nuevos embarazos.
Por todo esto es importante incluirla en la alimentación de tu bebé tanto como puedas, como alimento único o como parte de la alimentación complementaria con las papillas.
¿Cómo empezar con las papillas?
Los cereales infantiles son valiosos aliados en el inicio del descubrimiento de nuevos alimentos. Son cómodos de llevar a cualquier parte y se preparan fácilmente. Se recomienda empezar por ofrecer cereales sin gluten (arroz, maíz) y luego pasar a los cereales con gluten (a base de trigo, cebada y avena), para que el bebé se vaya acostumbrando poco a poco.
Las papillas de cereales industriales no son la única opción y también puedes hacer tus propias papillas de cereales caseras.
Algunas recetas con las que puedes empezar son: