Esta receta sencilla y sabrosa proporciona diferentes nutrientes: la patata aporta energía en forma de carbohidratos, los guisantes fibra y proteína vegetal, y la zanahoria es rica en betacarotenos antioxidantes. Además está riquísima y se cocina enseguida.
Cómo hacer patatas con guisantes para bebés
- Pela la patata y córtala en cubos, pela y corta la zanahoria en trocitos pequeños.
- Pon la patata y zanahoria en un cazo y añade agua (que queden cubiertas las patatas y un par de dedos más porque luego echaremos los guisantes). Cuece todo durante 15 minutos o hasta que veas que la patata está tierna.
- En los últimos 5 minutos de cocción añade los guisantes frescos o congelados.
- Mientras cuecen las patatas pica la cebolla y el ajo muy finitos. Ponlos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva y sofríe a fuego medio durante un par de minutos hasta que estén dorados.
- Escurre las verduras cocidas y échalas en la sartén del sofrito. Remueve a fuego alto durante un par de minutos más para que se mezclen todos los sabores.
- Pon las patatas con guisantes en un plato y echa una cucharadita de aceite de oliva virgen extra por encima. Remueve bien y ya puede comerla tu bebé ¡que rico!
Trucos y consejos
- Si tu bebé aún no mastica bien cuece la patata un poco más de tiempo para que esté más tierna y machaca todo un poco con un tenedor durante el rehogado.
- Puedes añadir unos trocitos de jamón cocido en el rehogado final para aportar un extra de sabor y proteína.
- Si los guisantes frescos o congelados son demasiado duros para tu bebé, prueba a usar guisantes de lata, más pequeñitos y tiernos. En ese caso añádelos bien escurridos directamente al rehogado, no hace falta cocerlos.