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Cómo hacer los purés para tu bebé. Guía completa.

    Cómo hacer los purés para tu bebé. Guía completa.

    ¿Estás pensando ya en que tu bebé tiene que empezar a comer purés? ¿Te gustaría hacerle toda la comida en casa? ¡Entonces estás en el lugar correcto!

    En esta completa guía encontrarás toda la información que necesitas para empezar a cocinar comida casera para tu bebé. Créeme, vas a disfrutar mucho cocinando para tu peque, hacer purés caseros es mucho más fácil y divertido de lo que crees. Además, ver a tu bebé disfrutando de la comida que tu misma has preparado ¡no tiene precio!

    ¿Lista para empezar? Estos son los temas que encontrarás en esta guía:

    ¿Por qué es mejor hacer comida casera para tu bebé?

    Comprar potitos de verduras para bebés en el supermercado es muy fácil. Además hoy en día muchas marcas presumen de tener los mejores purés: sin aditivos, sin azúcar, de agricultura ecológica, con superalimentos, etc. Así que, si existe la opción de comprarlos cómodamente ¿por qué deberías cocinar tus purés caseros?

    La primera razón por la que decidimos darle a nuestro peque comida casera es simple: ¡por el placer de cocinar! Pero, con el tiempo y al ir aprendiendo más sobre el tema, nos dimos cuenta de que cocinar para el bebé es mucho más que eso. Además de poder darle platos que saben mejor, también son más saludables y más económicos. Y lo más importante, controlamos exactamente lo que ponemos en los purés: la calidad de los ingredientes, las especias para dar sabor y controlamos la textura.

    Vamos a explicar con más detalle los beneficios de cocinar para tu bebé.

    Los alimentos frescos y de temporada tienen mejor sabor y todos los nutrientes

    Mejor sabor

    Entre un plato precocinado y otro cocinado con amor por tu madre o abuela ¿cuál prefieres? ¿eliges lo casero? Bueno, pues para tu bebé es lo mismo. Nada es mejor que un plato casero y saludable. Los platos hechos con ingredientes frescos y de temporada son más sabrosos ¡incluso las verduras saben mejor!

    En la mayoría de los potitos los purés se calientan a mucha temperatura para poder conservarlos a temperatura ambiente durante varios meses… lo que significa que puedes darle a tu bebé una cucharada de puré que tiene más tiempo que él ? Este proceso industrial destruye la mayoría de los sabores, nutrientes y aromas, resultando en purés de sabor suave y poco natural.

    Controlas la textura

    Poder ir cambiando la textura de los purés ayudará a tu bebé a hacer más fácil la transición a alimentos sólidos. Puedes hacer purés muy finos y cremosos en los primeros días y luego poco a poco ir dejándolos más gruesos o con trocitos. Esto te permitirá adaptarte a la capacidad de masticar de tu bebé. Variar la textura de un puré es una nueva experiencia para el peque ¡descubrir nuevos sabores y nuevas texturas tiene que ir a la par!

    Son más nutritivos

    Los alimentos frescos tienen mejor calidad nutricional ¿Sabías que el proceso de esterilización utilizado por los fabricantes para conservar los potitos destruye algunas de sus vitaminas? Si cocinas para tu bebé le aportas más vitaminas, presentes naturalmente en el puré que come. Además, puedes adaptarte a las necesidades específicas que tenga ¿Parece cansado? puedes hacer una compota rica en vitamina C. ¿El pediatra dice que le falta hierro? Añade al puré un poco de carne roja o frijoles. ¿Está estreñido? Echa una ciruela pasa al puré antes de triturarlo. La comida que le das a tu bebé beneficia su salud ¡y eso es realmente fantástico!

    Ahorras dinero

    ¡Haz las cuentas! En las tiendas un potito cuesta alrededor de 1€ (los potitos “ecológicos” pueden costar más del doble). Por ejemplo, 2 potitos de 130g de papilla de plátano ecológico cuestan 2€. En comparación, 1kg de plátanos cuesta lo mismo ¡y puedes preparar el equivalente a 7 potitos!

    Aprende hábitos saludables

    Si dejas que tu bebé te vea cocinar, le estás educando sobre la alimentación. Al principio sólo te mira, aprende a reconocer las frutas y verduras. Pelas una zanahoria y él la ve antes de que se haga puré. Huele los olores, oye los sonidos de la cocina, ve los ingredientes ¡todos sus sentidos se despiertan! A medida que crece incluso podrá ayudarte a preparar las comidas: mezclar masas, revolver ingredientes en un cuenco, echar el puré con un cazo en su plato…

    ¡Se acostumbrará a una dieta saludable, al placer de cocinar, a mantener una dieta equilibrada! Los bebés que comen mucha fruta y verdura durante la infancia tienen más probabilidades de seguir comiéndolas durante toda su vida.

    Materiales que necesitas para cocinar

    Es muy probable que los utensilios que necesitas para preparar la comida del bebé ya estén en tu cocina. Y realmente no necesitas un robot de cocina para hacer los purés.

    Para hacer un puré casero necesitarás:

    • Una vaporera si quieres cocer las verduras al vapor, o simplemente un cazo para cocerlas con agua.
    • Batidora o robot de cocina. Cualquier marca sirve, la batidora es más cómoda para conseguir una textura suave pero incluso puedes usar un chino o pasapurés.
    • Tarros de cristal o bandejas de cubitos de hielo para conservar tus potitos caseros. Probablemente ya tengas bandejas de cubitos de hielo en el congelador ¡puedes usarlas para congelar porciones de puré!
    Plato, cuchara y babero para dar de comer al bebé

    Y para servir la comida al bebé:

    • Vajilla que no se rompa si el bebé la tira al suelo. Hay platos de plástico, madera, silicona…
    • Una silla alta o trona
    • Baberos
    • Cucharas blanditas adaptadas para el bebé

    ¿Cómo hacer un puré para tu bebé?

    El objetivo de cocinar tus propios purés es mantener el sabor natural de los ingredientes y conservar el máximo de nutrientes, para ofrecer al bebé purés que sean a la vez sabrosos y saludables.

    Cómo cocinar verduras (o frutas)

    Se pueden utilizar varias técnicas de cocina para preparar verduras o frutas:

    • Cocer al vapor
    • Hervir con agua
    • Asar en el horno
    • Rehogar o freír

    La cocción al vapor es la que mejor conserva las cualidades nutricionales de los alimentos, pero no hay una forma correcta o incorrecta de cocinar la comida del bebé. Si estás asando pimientos para la cena, no te molestes en ponerte a cocer al vapor otra verdura para tu peque ¡puede comer pimientos asados perfectamente! El secreto para ahorrar tiempo cuando preparas la comida del bebé es hacer el mismo plato para toda la familia y cocinar parte de los ingredientes adaptando la receta al pequeño de la casa.

    Añade especias y hierbas

    Durante la cocción o después, puedes dar un toque extra a tus frutas y verduras añadiendo especias y/o hierbas aromáticas. Al principio de la alimentación complementaria es mejor dar las verduras sin más, pero a partir de los 7 meses puedes ofrecer las verduras al bebé con un extra de sabor: curry suave, pimentón dulce, tomillo, orégano, romero, albahaca, menta, canela…

    Las especias son una gran manera de mejorar el sabor y estimular las papilas gustativas del bebé.

    Y un chorrito de aceite de oliva virgen

    ¡Las grasas son esenciales para que el cuerpo del bebé funcione correctamente! A partir de los 6 meses se recomienda añadir una cucharadita de aceite de oliva virgen a los purés del bebé. Lo mejor es añadirlo al final, después de cocinar y triturar las verduras, y remover un poco con una cuchara para mezclarlo.

    ¿Cómo conseguir la textura correcta?

    La textura de tu puré depende de 3 factores:

    • El tipo de ingredientes que mezclas: Las hortalizas de raíz (zanahorias, batata, patata, etc.) necesitan que añadas agua para hacer purés suaves, mientras que otras verduras (calabacines, puerro, etc.) contienen suficiente agua.
    • La cantidad de líquido que añades: Cuando añades agua, caldo, leche materna o de fórmula, lo mejor es hacerlo poco a poco hasta lograr la textura deseada. Evita echar demasiada cantidad de una sola vez, ya que puedes terminar con una sopa.
    • Durante cuánto tiempo trituras: Para conseguir un puré suave tendrás que batir de 1 a 2 minutos
    Triturando el puré para el bebé con la batidora

    A medida que el bebé crece hay que acostumbrarle a nuevas texturas. Añade menos líquido, tritura a menos potencia y durante menos tiempo. Los purés tendrán una amplia gama de texturas dependiendo de cómo se trituren: suaves, gruesos, con grumos, con trozos…

    ¿Cómo congelar, almacenar y recalentar los purés caseros?

    Tu congelador es tu mejor amigo, te permitirá guardar varios días, incluso semanas, purés ya hechos y listos para comer.

    Si te organizas bien puedes preparar todas las comidas de la semana de tu bebé con antelación. Así puedes darle una comida casera todos los días, pero cocinando sólo una vez a la semana.

    Congelar

    Cada vez que prepares un puré, guarda unas cuantas porciones en la nevera para comer durante la semana y congela el resto para otro día.

    Recuerda que nunca debes dejar lo potitos fuera de la nevera, ni siquiera aunque sea invierno y no haga calor. Así es como debemos guardar los purés para el bebé cuando preparamos más cantidad que para una comida:

    1. Los potitos que tengan carne, pescado, huevos o productos lácteos puedes guardarlos en la nevera durante 24 horas.
    2. Los potitos que solo contienen frutas y verduras puedes guardarlos en la nevera durante 48 horas.
    3. Para cualquier tipo de potito, deberíamos dejarlo un máximo de 2 meses en el congelador. En realidad se pueden guardar hasta 6 meses sin ningún tipo de riesgo para la salud ¿Pero de verdad crees que tu bebé de un año se va a comer un puré que le preparaste cuando tenía 6 meses? ? Seguramente ya preferirá recetas y sabores más interesantes.

    Para más detalles consulta nuestra guía detallada de cómo conservar los potitos caseros para bebés.

    Almacena y congela el puré del bebé en cubitos

    Descongelar y recalentar

    Hay varias maneras de descongelar y recalentar los purés:

    • Microondas: Pon el recipiente con el puré dentro (sin tapa) y caliéntalo en tramos de 30 segundos. Calientas durante 30 segundos, remueves y pruebas. Si no está lo bastante caliente repites de nuevo.
    • En un cazo: si tienes cubitos de puré échalos al cazo y calienta a fuego medio-bajo hasta que se derritan, removiendo de vez en cuando. Si el puré está congelado en un tarro o bote llena el cazo de agua hasta la mitad, coloca el tarro en el medio y calienta al baño maría removiendo de vez en cuando.
    • En la nevera: requiere un poco de previsión porque lleva más tiempo. Saca el puré del congelador y ponlo en la nevera la noche anterior, se descongelará en unas 12 horas.

    Nunca dejes el puré a descongelar a temperatura ambiente, ni siquiera aunque sea invierno y no haga calor.

    ¿Cómo darle su primer puré?

    Pues ya está, tu bebé tiene hambre y tu tienes todo preparado para darle su primer puré ?.

    Puede no ser sencillo y te aseguramos que desde luego no será limpio. Algunos bebés aceptan la cuchara muy bien y otros la rechazan por completo. Tal vez un día disfrute de su puré y al siguiente te lo escupa a la cara con una pedorreta. Tranquila, es perfectamente normal. Jugar con la comida es bueno, es simplemente una forma de experimentar, aprender y probar el mundo que le rodea. Así que coge un rollo de papel, una valleta, ten preparada la fregona… y mucha paciencia.

    Tu bebé se manchará de puré hasta el pelo

    Empieza despacio. Unas pocas cucharaditas una vez al día, son suficientes para que tu bebé conozca los alimentos sólidos durante los primeros días. No te olvides que la leche materna o de fórmula será su alimento principal hasta que cumpla 1 año, tu bebé decidirá cuánto y qué come.

    Algunos bebés simplemente no abren la boca. Otros muerden la cuchara y escupen. Y algunos toman la primera cuchara, luego aprietan la boca y se dan la vuelta. Si no lo quiere, no lo fuerces, sólo lo empeorarás.

    Puedes probar alguna de estas cosas:

    • Pon un poco de puré en la punta de tu dedo y dáselo al bebé para que lo chupe. Puede que reaccione diferente si se lo ofreces con tus dedos, que los conoce, en lugar de con una cuchara, que nunca ha visto antes.
    • Deja que tu bebé juegue con una cucharada de puré en la bandeja de su trona. Quizás se ensucie y tal vez decida chuparse los dedos. O como le encanta meterse todo en la boca puede que chupe la cuchara.
    Si tu bebé no quiere comer no le fuerces

    Si no está interesado en ninguna de estas opciones, no pasa nada. Tira el puré, o cómetelo, y vuelve a intentarlo mañana. La comida debe ser un placer, si no la quiere todavía no es grave ¡un día la comerá bien!

    Sobre todo relájate y divertíos juntos ¡Es genial ver cómo tu bebé descubre nuevas experiencias! Sonríe para que sepa que es un momento feliz y dale ejemplo comiendo tú también.

    ¿Cómo introducir nuevos alimentos?

    Una vez que el primer puré está dominado, es hora de empezar a introducir nuevos sabores.

    Hay muchos métodos diferentes para comenzar la alimentación complementaria e introducir nuevos alimentos. Hoy en día la recomendación de la Asociación Española de Pediatría es que se pueden introducir los alimentos en el orden que se desee: cereales sin gluten, frutas o verduras, simplemente evitando las verduras de hoja verde (espinacas y acelgas).

    Verduras para purés de bebé: calabacín, zanahoria, coliflor, brócoli, calabaza

    Una manera de hacerlo puede ser por ejemplo:

    • Primera semana: A la hora de la comida, empezamos ofreciendo al bebé puré de una sola verdura. Servimos la misma verdura varios días seguidos, y cambiamos de verdura cada 2 o 3 días. Nos limitamos a unas pocas cucharadas de puré (a no ser que tu bebé quiera más) y siempre completamos la comida con leche materna o infantil.
      Por ejemplo, ofreceremos 3 días puré de zanahorias. Luego 2 días de puré de calabacín y continuamos con 2 días de patata.
    • Segunda semana: Seguimos ofreciendo verduras simples, pero podemos cambiar cada día. También podemos empezar a dar mezclas de vegetales que ya han sido introducidos, zanahoria y patata, calabacín y patata, etc. Poco a poco, aumentamos las cantidades según el apetito del bebé.
    • Tercera semana: Introducimos las compotas de frutas, preferiblemente a la hora de la merienda. No hay problema en ofrecer la fruta antes, pero a menudo se recomienda esperar un par de semanas para que el bebé no desarrolle mucha preferencia por el sabor dulce. Como con las verduras, empieza con unas pocas cucharadas de papillas de frutas. Gradualmente, las cantidades aumentarán y podrás combinar varias frutas.

    Aquí te proponemos un menú fácil para bebés de 6 a 9 meses con muchas recetas que puedes hacer en casa.

    Alrededor de los 7 meses añade también un chorrito de aceite de oliva virgen a los purés. La carne, el pescado y el huevo también pueden ser introducidos, aproximadamente un mes después de que haya probado las verduras. Se ofrecen mezclados con las verduras y las cantidades son: 10g antes de 1 año, 20g antes de los 2 años y 30g antes de los 3 años.

    Recuerda, tu bebé debe “probar todo” en lugar de “comer todo”. La leche siempre será el alimento principal en cada comida hasta que cumpla 1 año. No lo fuerces, no importa si se niega a comer un día, mientras la leche permanezca como suplemento. Además, aquí sólo hemos hablado de purés y papillas, pero ¿sabías que también es posible ofrecer comida sólida al mismo tiempo? Esto se llama alimentación complementaria mixta o baby-led weaning.

    Por último, un consejo: no dejes que la etapa de alimentación complementaria se complique demasiado. Es importante estar informada, pero hacerse demasiadas preguntas puede ser una fuente de ansiedad para ti y tu bebé. Alimenta a tu bebé con ingredientes ricos y saludables y verás que, con el tiempo, se sentirá atraído por los alimentos ricos en nutrientes de manera natural. ¡Así que nada de estrés! ¡Sólo relájate y disfruta de esta etapa maravillosa de tu bebé!

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