Esta es una receta que siempre triunfa y con el los peques dejan el plato limpio. He visto a mis hijos ir cogiendo con los deditos los últimos granos de arroz para comerlos, uno a uno con una paciencia nunca vista.
No puede ser más fácil de hacer, sólo tiene dos ingredientes principales pero te sorprenderá lo sabroso y rico que queda. Un clásico que puedes incorporar en el menú semanal de los niños.
Cómo hacer arroz amarillo con alitas de pollo
- En una cacerola baja o rustidera pon un chorrito de aceite y calienta a fuego medio. Saltea las alitas de pollo unos minutos hasta que estén doradas por fuera y sácalas a un plato.
- En el mismo aceite echa la taza de arroz y saltea durante un minuto para que el arroz coja el sabor.
- Echa las dos tazas y media de caldo, la cúrcuma y sube el fuego hasta que empiece a hervir.
- Vuelve a añadir las alitas a la cazuela, remueve todo bien para que se mezclen los sabores y baja la cocción a fuego medio.
- Deja cociendo a fuego medio unos 20 minutos, hasta que se consuma todo el caldo y el arroz este tierno. Vigila de vez en cuando que no se queme, si ves que se consume el caldo y el arroz aún está duro añade un poco más.
- Apaga el fuego y deja reposar 10 minutos ¡Ya está listo para comer!
Trucos y consejos
- Para los más peques, una vez cocinado el arroz con pollo, puedes sacar las alitas, limpiar la carne para volver a echarla en el arroz y tirar los huesos.
- La cúrcuma apenas da sabor, en esta receta la usamos para que el plato tenga más color y resulte atractiva para los niños. También se puede usar colorante alimentario o azafrán.
- Pide al carnicero que separe los zancos de las alitas de pollo, para que sean más fáciles de cocinar.
- El caldo de pollo lo usamos para dar un poco más de sabor, pero también se puede usar caldo de verduras o simplemente agua.