Las alitas de pollo son muy sabrosas y gustan a todos los niños. Con esta receta podrás hacerlas al horno y conseguir una versión más saludable que si las fríes en aceite ¡Quedan igualmente deliciosas!
Cómo hacer alitas de pollo al horno
- Pela las patatas y la cebolla. Corta las patatas en rodajas finas y la cebolla en juliana.
- Pon las patatas y cebolla en una bandeja metálica de horno, añade un chorro de aceite de oliva y remueve todo bien. Extiende por la bandeja para que cubran todo el fondo y reserva.
- Limpia las alitas de pollo de restos de plumas. Puedes quitarlas con los dedos o quemarlas con un soplete de cocina. Si ves restos de grasa retíralos con un cuchillo.
- Cuando estén limpias corta y deshecha las puntas del ala (o puedes usarlas para hacer un caldo). Con un cuchillo afilado corta por la articulación para separar el ala del muslito.
- Enciende el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Mientras el horno se calienta cubre otra bandeja con papel de horno y coloca las alitas, que estén un poco separadas entre sí. No necesitan aceite porque se cocinan en su propio jugo.
- Mete ambas bandejas en el horno, las alitas a media altura y las patatas abajo del todo.
- Hornea durante 20 minutos, o hasta que veas que están doradas, y con unas pinzas dales la vuelta. Hornea unos 15 minutos más.
- Pasado ese tiempo ya deberían estar hechas las alitas y las patatas. Sácalas del horno, espera a que no quemen y sírvelas a tu peque.
Trucos y consejos
- Hay que hornear las alitas unos 40 minutos para que estén hechas, pero dependerá de su tamaño y de la temperatura que alcance tu horno. Tendrás que vigilarlas de vez en cuando por si necesitan más o menos tiempo.
- Si haces sólo las alitas, sin las patatas, basta con calentar el horno a 180ºC.
- Para los bebés hay que retirar la carne de las alitas horneadas y servirlas sin los huesos.
- Pídele al pollero que te corte las alitas y así ahorrarás tiempo en esta receta.