Por Esther González · Dietista-Nutricionista con especialización en nutrición pediátrica
En el año 2001 la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejó promover la lactancia materna exclusiva durante 6 meses, momento en el que se inicia la alimentación complementaria y se le ofrece al bebé alimentos distintos de la leche materna o, en su defecto, de la fórmula infantil. El objetivo es aumentar el aporte de algunos nutrientes y prepararlos para la llegada del momento de incorporarse a la mesa familia tras su primer cumpleaños. Sin embargo, hasta entonces el principal alimento seguirá siendo la leche materna o la fórmula infantil.
Independientemente del enfoque de alimentación que escoja la familia, tradicional con triturados o en trozos mediante el Baby-Led Weaning (BLW) o Baby-Led Introduction to Solids (BLISS), a partir de los 6 meses los bebés pueden consumir casi cualquier alimento. Sin embargo, ya sea por motivos nutricionales, de seguridad alimentaria o por riesgo de atragantamiento, hay algunos que se deben evitar.
- Pescados de gran tamaño
- Marisco
- Carne de animales cazados con munición de plomo
- Verduras con alto contenido en nitratos
- Lácteos y derivados
- Derivados de arroz
- Algas
- Infusiones
- Miel
- Sal
- Azúcar y alimentos superfluos
- Alimentos con riesgo de atragantamiento
¿Qué alimentos no podemos dar a nuestro bebé?
Pescados de gran tamaño
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda evitar especies de pescado de gran tamaño como: atún rojo, pez espada, emperador, tiburón (cazón, marrajo, mielga, pintarraja, tintorera) y lucio por su contenido en mercurio.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) también desaconseja el consumo de pez mantequilla en poblaciones vulnerables como los niños por posibles trastornos gastrointestinales.
Marisco
La EFSA recomienda evitar la carne oscura de la cabeza de los crustáceos, como gambas, camarones o langostinos, por el contenido en cadmio, metal pesado que produce efectos tóxicos.
Carne de animales cazados con munición de plomo
Este metal pesado puede afectar al desarrollo del sistema nervioso central, por lo que se recomienda no ofrecer estas especies de carne hasta los 7 años.
Verduras con alto contenido en nitratos
Espinacas, acelgas, remolacha y borrajas deben evitarse como plato único por su alto nivel de nitritos, y sobre todo en caso de infección bacteriana gastrointestinal. En caso de consumirlas, no superar los 35g/día de espinacas y acelgas entre los 6-12 meses y los 45g/día entre 1-3 años. Evitar la borraja hasta los 3 años.
Lácteos y derivados
Los lácteos desnatados deben evitarse. Los bebés en plena etapa de crecimiento, necesitan grasa (saludable) para crecer.
La leche de vaca entera no debe incorporarse hasta el año de edad por su bajo aporte de hierro y su alto contenido en proteínas, principalmente.
El yogur entero o el queso tierno se pueden ofrecer en pequeñas cantidades a partir de los 9-10 meses, evitando las versiones desnatadas y nunca en sustitución de la leche materna o fórmula infantil.
Derivados de arroz
Las bebidas y tortitas de arroz deben evitarse en bebés y niños por su contenido en arsénico.
Algas
Deben evitarse por su contenido extremadamente alto en yodo, sobre todo en las algas desecadas.
Infusiones
Las infusiones medicinales como la manzanilla o el té pueden suponer un riesgo por sobredosificación con posibles efectos tóxicos y contaminación.
En el caso de las infusiones dirigidas a los bebés, suele tener un alto contenido en azúcar, por lo que su consumo está desaconsejado también por motivos nutricionales.
Miel
Se debe evitar en menores de 12 meses por riesgo de botulismo. Además por su contenido en azúcares también se desaconsejaría su consumo por motivos nutricionales.
Sal
Por la inmadurez renal puede ser peligroso el consumo de sal, por lo que se debe evitar hasta los 12 meses, momento en el que se comienza a agregar una pizca de sal yodada a las preparaciones de la familia.
A nivel nutricional también se desaconseja porque puede interferir en las preferencias alimentarias al enmascarar el sabor real de los alimentos.
Azúcar y alimentos superfluos
El azúcar y los productos que lo contienen (galletas, cereales infantiles, potitos o yogures para bebés) se deben evitar, así como los zumos, la miel y cualquier endulzante hasta al menos los 2 años como aconseja la OMS.
Además de contribuir al sobrepeso y la obesidad, dificultan la aceptación de otros alimentos.
Alimentos con riesgo de atragantamiento
Por riesgo de atragantamiento el estudio Bliss y diferentes asociaciones como la Asociación Americana de Pediatría (AAP) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) aconsejan evitar los siguientes alimentos hasta los 4-5 años:
- Salchichas cortadas en rodajas.
- Frutos secos enteros, cacahuetes y semillas grandes. Se pueden ofrecer triturados o en harina.
- Alimentos esféricos enteros (uvas, aceitunas, cerezas, tomates cherry, arándanos). Se pueden ofrecer partidos en cuatro partes o de manera longitudinal y formando parte de elaboraciones.
- Zanahoria y manzana crudas. Se pueden ofrecer cocinadas o ralladas.
- Palomitas de maíz.
- Mantequilla de frutos secos sola. Puede ofrecerse formando parte de recetas.
- Caramelos, gominolas, chicles.
- Trozos grandes de queso.
Además, al inicio de la alimentación complementaria deberán evitarse:
- Alimentos pequeños enteros: garbanzos, maíz en grano, guisantes. Se pueden ofrecer chafados, en harina o formando parte de elaboraciones, como el hummus.
- Fruta dura, poco madura o deshidratada (uvas pasas, arándanos).
- Embutidos como el jamón serrano.
- Tortitas de maíz, arroz o similar.
- Snacks salados como patatas, crackers…